La actual etapa de crisis profesional
motivada por un exceso de burocratización de nuestro trabajo y la implantación
de nuevos condicionantes legales obliga a mejorar los canales de comunicación
entre los arquitectos. Es necesaria la construcción de un sistema de diálogo
bidireccional más eficiente que permita conocer las opiniones del colectivo
sobre los temas que más directamente nos afectan. El apoyo en las herramientas
digitales más abiertas y las redes sociales de comunicación es un camino para
difundir las ideas y recabar aquéllas que permitan enriquecer las posiciones de
los arquitectos y permitan definir la posición del colectivo en temas candentes
del día a día de nuestra sociedad.
Frente a los enfrentamientos excluyentes que
caracterizan las etapas conflictivas como la actual, es necesario construir un
marco para la cooperación entre los arquitectos, arquitectos técnicos,
ingenieros, geógrafos, biólogos, abogados, etc. Es preciso evitar las
descalificaciones genéricas y el revanchismo y apoyar la construcción de
argumentos éticos que permitan superar la actual situación de escasez de
trabajo en un marco de unidad. La mejora
en la estructuración de los intereses comunes en equipos y la organización de
cuantos grupos de trabajo sea posible es el camino más valioso en las
condiciones actuales.
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